En nuestro proyecto no concebimos otra manera de trabajar la viña que la ecológica. La viticultura ecológica exige mayor  dedicación y un mayor número de horas en el campo trabajando y conviviendo con la viña, pero nuestra filosofía de elaboración del vino se basa en el concepto de intervención mínima y en la preservación de la pureza en todas las etapas de la viticultura y de la elaboración del vino.

Practicamos la viticultura ecológica, en la búsqueda de vinos naturales, fieles al terroir, respetuosos con el medio ambiente, a la vez que saludables. No se utilizan plaguicidas, herbicidas ni fertilizantes químicos. En estos años hemos conseguido una perfecta adecuación del viñedo a su entorno, promoviendo un crecimiento adecuado y orgánico de las vides. Los vinos resultantes son fiel  reflejo de la zona y de un trabajo encaminado al respeto de la naturaleza.

Queremos, en definitiva, respetar el viñedo que heredamos, trabajarlo y ponerlo en valor. Y en un futuro poder legar a la generación que venga unas viñas acompasadas con la naturaleza que den grandes vinos y hagan que estemos orgullosos de nuestra tierra y nuestras gentes.